domingo, 15 de diciembre de 2013

LOS ROLES, EL HOMBRE (parte II)

            II. La Comodidad Ante Todo

Esta es la segunda hipótesis, los hombres a veces son muy básicos, necesitan que sus necesidades mínimas estén satisfechas y con eso se conforman, no les gusta entrar en conflictos y mientras tengan confort el resto no les preocupa. En pocas palabras, la comodidad ante todo y a veces también la conveniencia... Porque no es que el tema de la conveniencia sea exclusivo de las mujeres, lo que pasa es que los hombres la aplican diferente. Ellos, aunque saben ciertas cosas, prefieren hacerse los que no saben, los que no entienden, prefieren hacerse los que no es con ellos y creen que desentendiéndose de todo les va a ir mejor, o por lo menos, mejor de lo que les iría intentando entender algo porque créanme, entender a una mujer no es cosa fácil porque muchas veces damos señales equivocadas y pretendemos que los hombres se vuelvan adivinos.
 
El problema de que se hagan los bobos es que la gran mayoría se quedan así, por ahí dicen que la práctica hace al maestro y que el hombre es un animal de costumbres. Hoy en día la mayoría de los hombres “no entienden y no saben nada de las relaciones”, no porque hayan nacido así o algo parecido sino porque de tanto querer desentenderse de todo ya no entienden nada y no hacen nada y eso no es ni grato, ni chévere y mucho menos motivante para una relación. En esta hipótesis los hombres se quedan sin rol y cuando dejan de cumplir su función y no son capaces de aportar nada simplemente sobran y/o estorban.
 
Los hombres al darse cuenta de que nosotras queremos tener las riendas simplemente nos lo permiten y entonces empiezan a ser seres mediocres, conformistas y  aburridos y, en consecuencia, la relación se empieza a deteriorar y las mujeres a colapsar ya que si bien es cierto que nosotras, en cierta medida, queremos tener el control también necesitamos de alguien que nos este apoyando pero que nos ponga limites. A los hombres no les gustan las mujeres fáciles (y no me refiero solo al tema sexual) y por ahí dicen que las cosas que se consiguen fácil no se valoran, lo mismo nos pasa a nosotras, tener el control es gratificante, si, pero si se logra con un poco de esfuerzo y merito, no porque el hombre decidió no hacer nada; además el control desmedido también desanima pues cuando no hay retos las cosas o las relaciones se vuelven poco interesantes, por eso un hombre también debe ser decidido, decir lo que quiere hacer y lo que piensa, no puede "siempre" estar de acuerdo con la mujer simplemente para no entrar en conflictos o discuciones pues las mujeres tambien necesitamos de alguien que nos deje ver otra perspectiva o que no siempre tenemos la razón. 

domingo, 8 de diciembre de 2013

LOS ROLES, EL HOMBRE (parte I)

LOS HOMBRES

Los hombres también cumplen un papel determinado en una relación, el problema que se presenta hoy en día, según mi percepción, es que están confundidos, no saben que hacer, como actuar, qué rol desempeñar y todo esto gracias a nosotras las mujeres. Si, leyeron bien, a las mujeres… Creo que debemos empezar a asumir nuestra responsabilidad. 

Todos los días oigo a un hombre decir: “es que nadie las entiende” “es que no se qué es lo que quiere” “es que malo si sí, malo si no”… y creo que tienen algo de razón, en este momento algo tienen de verdad esas frases. Creo que nosotras nos hemos encargado de enviarles señales equivocadas y ellos ya no saben como interpretarlas, no tienen idea de cómo leernos pues siempre estamos cambiando entre lo que somos y lo que queremos ser… están asustados, abrumados y apabullados; los hemos puesto en algo así como un callejón sin salida. Y no, no pretendo defenderlos ni justificar muchas de sus actitudes, así como nosotras ellos también deben asumir su responsabilidad; finalmente cada quien es responsable de la situación en la que se encuentra pues no solo es responsable quien realiza el acto generador del conflicto sino también quien lo permite. No obstante no pretenda defenderlos, lo que si quiero es entenderlos, ponerme en su lugar... Siempre queremos que a nosotras nos entiendan pero alguna vez hemos tratado de entenderlos a ellos? Quien sabe, de pronto así podemos encontrar alguna respuesta…   

Aunque podrían existir varias hipótesis para tratar de explicar qué es lo que está pasando con los hombres hoy en día, solo quiero tratar algunas de ellas, las cuales encuentran sustento en una reacción que está teniendo el sexo masculino frente a los cambios experimentados en el sexo femenino.
 
 
I.                    Todo Cambio Genera Incertidumbre y Confusión

Que pasaría si un día llega su pareja (novio, esposo, amigo con derechos, etc.) y hace todo lo que ustedes han querido que haga y nunca ha hecho? les aseguro que la primera reacción no va a ser estar felices, lamentablemente así somos los humanos. Lo primero que van a pensar es: y a este que le dio? y en vez de pensar positivamente lo primero que van a hacer es sospechar, pensar que algo paso o que el personaje quiere algo o esta buscando algo… Al final lo que van a sentir es confusión y ansiedad, no van a entender que esta pasando… ¿tengo o no tengo razón? Pues lo mismo les pasa a ellos.

Un día nosotras decidimos que queríamos tomar las riendas de nuestra vida, que íbamos a hacer lo mismo que ellos y a actuar igual que ellos, que íbamos a luchar porque además se nos tratara igual que a ellos y nos paramos frente a ellos con valentía y decisión (cosa que antes no había pasado) y se los hicimos saber… ¿No creen que esto los confundió un poco? más cuando sabemos que ellos son mucho más básicos que nosotras y no tratan de entender las cosas, ni siquiera hacen el mas mínimo esfuerzo e intento de imaginarse que puede estar pasando, simplemente lo dejan así, quedando en un estado de desconcierto permanente y cuando uno está así, en ese estado, uno simplemente no sabe que hacer, como actuar, que decir… y eso es lo que les está sucediendo.

Como los hombres no se complican, o por lo menos no tanto como nosotras, una vez que les dijimos que queríamos ser igual que ellos, ellos empezaron entonces a tratarnos como tal, a dejarnos hacer lo que en un principio ellos hacían y a permitirnos jugar el papel que era de ellos… Y ¿que paso? Las mujeres entramos en shock… Si, para nosotras es inconcebible que un hombre nos trate como a un amigo, no soportamos que nos toque pagar la mitad de la cuenta, no nos gusta que no nos recojan si nos invitan a salir, nos parece fatal que nos pongan a realizar labores de hombres como cambiar una llanta, nos ofende si vamos a un supermercado y no nos ayudan con los paquetes, es terrible el hecho de que nos hablen sin consideración y que nos digan las cosas como son y sin tacto… ¿luego no fue eso precisamente lo que les pedimos? ¿No queríamos que nos trataran como a ellos, ser como ellos y comportarnos como ellos? Pues ahí tenemos, víctimas de nuestro propio invento!

La situación es esta: exigimos ser tratadas como hombres y tener los mismos derechos; hacemos todo lo posible por ser iguales que ellos y cuando por fin lo logramos no nos gusta… Si solo con intentar querer ser como ellos, los hombres ya habían quedado un poco confundidos, pues imagínense como están ahora que, después de darnos gusto, estamos completamente insatisfechas… Es aquí donde se explica el cambio de roles, claro, queremos ser como ellos pero solo para lo que nos conviene, para lo que nos facilita la vida, solo para las cosas buenas y no para las no tan buenas... ¿Por qué será que siempre queremos ajustar las cosas según nuestras necesidades y se nos olvida que los demás también las tienen?.

Innegablemente, que estén confundidos no es una justificación para que se comporten como a veces lo hacen (terriblemente mal) y para que no sean caballerosos, pero entonces es el escenario perfecto para que la mujer empiece a ejercer su rol, el de direccionar la relación, y no de una manera conveniente como solemos hacer sino de una manera sincera, como se supone que debe ser.  Es en estos momentos donde debemos ponernos la mano en el corazón y descifrar que es realmente lo que queremos y actuar para conseguir tal fin, con firmeza si, pero también con amor, como solo una mujer sabe hacerlo. Pero como todos sabemos que una relación es de dos, entonces el hombre también debe hacer algo, el hecho de que este confundido no quiere decir que sea un impedido, pero si queremos que el hombre actúe debemos también permitírselo.

Si bien es cierto que somos las mujeres las que hemos generado una confusión también es cierto que son ellos los que han dejado que eso suceda, en la actualidad los hombres también han dejado perder los atributos que les corresponden por naturaleza y así como las mujeres tenemos que ser femeninas ellos deben ser masculinos y eso también conlleva varios aspectos en los cuales no me detendré pero voy a mencionar algunos: seguridad, fuerza, determinación, virilidad, competición, caballerosidad… y seamos sinceros, en la actualidad a muchos les hace falta “ponerse los pantalones”, ser “hombres”, y he aquí otro problema, no hay nada que mas nos desanime a las mujeres que un hombre sin carácter, que un hombre que no sea “hombre” y que no tenga los atributos que se supone debería tener.

Volvemos al tema de los roles, si un hombre no desempeña su papel como debe ser entonces eso también va a generar caos, es por eso que ellos también deben retomar su rol y no convertirse en seres que no aportan nada a una relación, nada útil por lo menos, ya que eso no contribuye a una relación deseable; pero para que ellos puedan hacerlo, retomar su rol, debemos darles el espacio para tal fin y no usurpar sus “funciones”.

Cuando me refiero a que los hombres no aportan nada a una relación hago referencia a que ante nuestros cambios se perturban, y como se perturban y no quieren entrar en conflictos prefieren dejar todo así, sin hacer, sin decir, sin opinar y eso es lo que hoy en día las mujeres necesitamos, que ellos hagan, que opinen, que digan, no que sean simplemente unas veletas que se mueven en la dirección del viento o que no hagan nada por miedo o por no entrar en discusiones o conflictos, necesitamos apoyo y sobretodo certeza pero eso requiere que nosotros les permitamos brindarnos todo eso que anhelamos.
*Esperen la segunda parte dentro de 8 días.

domingo, 1 de diciembre de 2013

LOS ROLES, LA MUJER (parte II)

Como lo dije antes, el rol de la mujer en una relación es encausarla y esto se logra aportando elementos y actitudes que solo podemos tener las mujeres por el hecho de serlo… No nos digamos mentiras, si fuéramos iguales a los hombres y el universo y quien quiera que lo haya creado pretendía que eso fuera así, ustedes creen que se hubiera tomado el trabajo sin sentido de incluir en cada sexo características distintas? Personalmente creo que no, y si mi hipótesis es correcta, entonces por que razón las mujeres nos empeñamos tanto en intentar ser como los hombres? en hacer lo mismo que ellos y querer actuar como ellos? Y digo que intentar porque finalmente es algo que nunca vamos a lograr pues somos mujeres y por mas de que hagamos nuestro mejor esfuerzo no dejaremos de serlo y tenemos otro chip, otra naturaleza. Ahora, tampoco quiero que nos vayamos al otro extremo y creamos que por ser mujeres no podemos hacer nada de lo que hacen los hombres, por supuesto que si, lo que no podemos es perder nuestra esencia.  
 
Las mujeres tenemos muchos instrumentos por medio de los cuales podemos desarmar, conquistar, enamorar y mantener a un hombre a nuestro lado (por favor no me malinterpreten, en ningún caso y por ningún motivo estoy haciendo referencia a la manipulación, que esa sí, contrario a lo que deberíamos, la sabemos utilizar), y cuando me refiero a instrumentos más que todo estoy haciendo referencia a actitudes, porque aunque no es un secreto, parece ser que muchas no lo saben. Si, actitudes, es tan simple como eso, y como son actitudes la buena noticia es que todas podemos adoptarlas, no necesitamos haber nacido con un don especial ni tener un coeficiente intelectual alto.
 
La mayoría de nosotras pensamos que el físico es lo más importante, y aunque no voy a negar que si es relevante (porque así lo hemos creído y los medios nos ayudan a ratificarlo) no es lo primordial, así como tampoco voy a decir que lo único importante es lo que se lleva por adentro (aunque en cierto sentido es verdad). La realidad es que, como muchos ya sabemos, lo fundamental es la actitud y aunque parece ser algo obvio, que oímos todos los días (que algunas veces utilizamos como consuelo) y que ya está algo trillado, es algo que no todas las mujeres entienden. Y si, no es fácil entender, menos aun cuando hoy en día la competencia en belleza es grande y cada vez más fuerte y a veces sufrimos varias decepciones amorosas ´”por culpa de una más bonita”; pero aunque el físico juegue un rol en las relaciones no es del todo esencial y una mujer arrolladora, segura y que se quiere así misma tiene todas las de ganar y “lo arrollador” de una persona no lo hace el físico, sino la actitud.
 
Entonces, ¿cuales son las actitudes que debe tener una mujer?, y  digo que debe no porque así tiene que ser y es la ultima palabra, sino porque considero que esas actitudes hacen parte del rol que vinimos a desempeñar. Son muy sencillas y fáciles de adoptar, finalmente hacen parte de la esencia que a veces queremos dejar atrás.
 
No hay nada más admirable en una mujer que su feminidad, esta es la característica que mas nos diferencia de los hombres y lo más importante, la cualidad que mas los atrae. No hay nada que se vea mas sexy, sensual y lindo, y que sea mas irresistible, que una mujer femenina y ser femenina es una actitud que implica muchas cosas y que aunque se tenga por el simple hecho de ser mujer, se debe practicar constantemente, pues a veces se va perdiendo por diversas razones, entre ellas la que he repetido constantemente, la de querer ser como ellos. 
 
Como dije, la feminidad comprende muchos aspectos los cuales a veces pasamos por alto o a veces solemos pensar que no son importantes; pero hay algo que hay quiero recordar: las cosas mas importantes están en los detalles. He aquí ciertos detalles que debemos tener en cuenta y que conforman la feminidad: 
 
  1. Una mujer debe estar siempre bien arreglada y vestirse como tal, es decir, como una mujer. Debemos cuidar nuestra imagen, vernos siempre limpias, oler rico, arreglarnos las manos y el pelo y todo esto lo deberíamos hacer por nosotras mismas, no solo por querer atraer al sexo opuesto.
  2. El vocabulario es muy importante. No hay nada más feo que ver hablando a una mujer como si fuera un hombre. Hay que tener cuidado con como nos expresamos verbalmente.
  3. El lenguaje corporal dice mucho, no actuemos como si fuéramos hombres. Una mujer es delicada. 
  4. La ternura es una actitud que hace parte de la feminidad y cuando me refiero a esto no quiero decir que debemos ser empalagosas, las cosas llevadas a los extremos son perjudiciales y tampoco a la ternura maternal que muchas mujeres confunden con amor, no somos la mama de nuestra pareja!
  5. La debilidad y vulnerabilidad, entendidas como cierta susceptibilidad y capacidad de sentir las emociones más intensamente.
  6. La muestra de afecto. No nos olvidemos que las mujeres somos mas dadas a expresar, de una manera especial, lo que sentimos.

La mujer es comprensiva, la mujer es detallista, la mujer está pendiente de las cosas importantes de la relación, y aunque esto también puede hacerlo un hombre, somos nosotras las que llevamos innatas dichas cualidades, somos nosotras las que podemos realizarlas naturalmente sin hacer ningún tipo de esfuerzo, ¿Y entonces por qué queremos perder todas estas cosas maravillosas por demostrarle al mundo y a los hombres que somos fuertes? Las dos cosas no son excluyentes, podemos ser muy fuertes y a la vez ser mujeres, la fortaleza no es una característica de género, la fortaleza es algo que se lleva por dentro, hace parte del carácter, es algo que también muchas veces se va adquiriendo con las diferentes enseñanzas que nos deja la vida. Según mi experiencia, si uno tiene que demostrarle algo a alguien y se esfuerza por hacerlo es porque realmente no posee eso que quiere demostrar, si se es algo eso simplemente se nota, brota por nuestros poros y se puede percibir a simple vista; todas aquellas que se esfuerzan por parecer fuertes es porque no lo son, de lo contrario simplemente serían ellas pues sabrían quienes son y que tienen para dar. Si hay algo que es muy cierto es que cuando pretendemos ser algo que no somos quedamos en evidencia, nos vemos falsas y finalmente siempre, en cualquier momento, sale a relucir lo que realmente somos. No hay nada más decepcionarte que una persona que no es autentica, no hay nada que pueda ser menos atractivo que una mujer que “no sea ella”.
 
Si somos mujeres y tenemos tantas cosas buenas para ofrecer y para aportar a una relación, entonces ¿por qué no lo asumimos con dignidad, con la frente en alto y salimos a conquistar el mundo con todas las aptitudes que se nos han dado para tal fin?, ¿Por qué a veces preferimos ser alguien que no somos o acudimos a la manipulación para conseguir ciertas cosas? Todo lo que conseguimos mediante estas formas no es real, es algo falso y por lo tanto no nos va a hacer felices ¿será por eso que nunca estamos conformes con nuestra relación?
 
Cuando intentamos ponernos en el mismo nivel de los hombres e intentamos ser como ellos tengan por seguro que no vamos a conseguir buenos resultados. En el evento en que el hombre no le guste la situación y se de cuenta que queremos asumir su rol este va a intentar defenderlo y vamos a entrar en una “lucha de poderes” que no va a llevarnos a ningún lado y no va a generarnos satisfacción si no solo un desgaste inútil; y si por el contrario, el hombre nos deja asumir su rol y empezamos a hacer lo que él debería y a actuar como tal, llegara el punto en que nos demos cuenta que nuestra pareja no nos aporta nada y nos sentiremos insatisfechas. En cualquiera de los dos casos y tome el hombre cualquier actitud frente a nuestro cambio de rol no estaremos haciendo nada en beneficio de la relación.
 
Es hora de que cada una asuma su rol y de que empiece a ser lo que es, de que asumamos que somos mujeres y que tenemos una linda labor que cumplir en una relación. Pero cuidado, también es importantísimo que cada una tenga presente quien es, que lleva por dentro, sus principios, sus valores, sus gustos, lo que esta dispuesta a negociar y lo que no. El mejor camino es ser ustedes mismas, reconocer sus defectos y cualidades, sus limites… Lo importante es SER, no tratar de ser o intentar ser alguien diferente solo por tratar de encajar, gustar, ser querido, etc., pues si consiguen que alguien las quiera y mantener una relación siendo alguien que no son lo único que van a obtener es una desilusión, primero porque quien las quiere realmente esta queriendo a alguien diferente y segundo, porque como ya está dicho, tarde o temprano el verdadero yo triunfa y cuando eso pasa lo más probable es que la otra persona, qué se enamoro de algo diferente, no le gusta lo que ve y decida dejarlo. 

*En la próxima entrada, dentro de 8 días, hablare del rol de los hombres.